LA LEY DE LA EUTANASIA Y LOS 110 METROS VALLA

Cuando en una carrera de atletismo de 110 m vallas, eliminamos las vallas, es evidente que ya no es una carrera de vallas sino una carrera de 110 metros lisos. Pues bien, en el recorrido que lleva la famosa Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) está ocurriendo precisamente eso.

            La LORE, para desdicha de muchos profesionales sanitarios que no comprendemos esta nueva “prestación” que el Gobierno “de la gente” (como se autodenominan) de forma “ideologizante” ha introducido en la Sanidad española, fue publicada en marzo del año 2021 y puesta en marcha en junio del mismo año. Con muchos informes y opiniones de organizaciones profesionales y de pacientes que demostraban su innecesaria utilidad, su ruptura con el concepto de dignidad de la persona, su utilitarismo desmedido y su “brindis al sol” del posmodernismo que nos pretenden imponer. Y no nos olvidemos, por supuesto, de la ruptura de la libertad de los profesionales sanitarios a la hora de tomar postura ante esta nueva “vuelta de tuerca”. Como algún filósofo ha comentado con acierto en un reciente TFM que he tenido la oportunidad de leer: “contrario a lo lógico en los sistemas legislativos, esta ley ofrece un derecho al enfermo sin exigirle una obligación igual y proporcional, recayendo toda la obligación del deber en los profesionales sanitarios, los cuales quedan realmente desprotegidos”. “Bajo la visión de la filosofía cínica de la antigua Grecia, se dejan entrever numerosos errores en esta ley, una absoluta ausencia de la razón y numerosísimos vicios que los propios cínicos rechazarían. Además, bajo este prisma filosófico, se puede colegir que existe una absoluta falta de fundamentación para la aprobación de esta ley”.

            Y como parece que la Ley no “chuta” como a estos “legisladores ideológicos” les gustaría, lo que están haciendo es ir eliminando “vallas” que creen que pueden estar impidiendo que las estadísticas den mejores y más usos de esta indignidad que ellos creen que les va a homologar con el resto de los países “avanzados”, especialmente europeos, en la consecución de sus fines mortuorios. Eso sí, rodeando todo de una terminología muy “sensiblera” (eso se les da “de hongos”) y empleando de forma absolutamente torticera el concepto real de muerte digna. Recuerdo que el maestro D. Gonzalo Herranz, ya avisaba hace años del famoso “lenguaje orwelliano” que es el que se suele emplear para intentar dulcificar (o más bien ocultar) cualquier barbaridad.

            La LORE, una vez que se publicó, condujo a la generación de un manual para la aplicación de la eutanasia. Si se lee despacio este manual se puede comprobar como se abusa de forma torticera de las indicaciones autorizadas para los medicamentos que puedan ser usados en esta intervención que además es preciso indicar que su uso es considerado off label, con todo lo que eso supone. Y como el problema se genera también en los servicios de farmacia que podrían colaborar en la preparación de los “cocteles” eutanásicos o los “kits”, para evitar que existan interferencias que “malogren” esta “prestación”, es decir, que ningún farmacéutico se preste a la preparación de los famosos cócteles, tanto por vía oral como por vía intravenosa, pues lo que acaban de hacer es revisar el manual y “actualizarlo”, es decir, eliminar vallas para que la carrera sea de 110 metros lisos y a ver quién llega antes. Así, el “nuevo” manual recoge que solamente tendrán derecho a objetar aquellos profesionales que estén directamente implicados en la administración del coctel (médico de referencia y enfermero de referencia que es una nueva figura creada ad hoc), eliminando así que el farmacéutico pueda tener reconocido el derecho a la objeción. Todo muy en consonancia con el concepto de libertad que tienen algunos de estos “expertos”, saltándose precisamente un derecho fundamental de cualquier profesional.

Por otra parte, aparece un nuevo debate generado en esta revisión del manual,  si se consideraba al manual una norma o no, es decir, de obligado cumplimiento o no. Pero, asunto zanjado, ha llegado el Tribunal Constitucional (TC) y ante un recurso del partido político VOX contra la LORE, ha aprovechado y ha decretado que es una norma, faltaría más. Como estamos viendo recientemente, el propio TC se irroga una capacidad que muchos juristas consideran que realmente no tiene.

            Y llegados a este punto, solamente me queda preguntarme si nuestra profesión colegiada va a plantearse, en el momento en que salga publicado o circulado dicho manual, la defensa de este derecho de objeción tanto de conciencia como de ciencia que cualquier profesional sanitario tiene reconocido en nuestra Constitución, como un derecho fundamental.

            La verdad es que prefiero a Aries Merritt, plusmarquista de 110 m vallas que a los “terraplanistas” expertos eliminadores de vallas para lograr alcanzar de forma espuria sus objetivos utilitaristas.

José Ignacio Centenera Jaraba

(Ver noticia: https://www.diariomedico.com/profesion/el-manual-de-la-eutanasia-afronta-una-reforma-para-sacar-al-farmaceutico-de-la-objecion-y-crear-la-figura-del-enfermero-dereferencia.html?check_logged_in=1)

2023-06-19T08:19:15+00:0019/06/2023|