RESUMEN DE LA III JORNADA DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE FARMACIA SOCIAL (AEFAS)

 

La tercera Jornada AEFAS se celebró, el día 4 de febrero de 2017, en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. El lema elegido en esta edición fue el de “Actualización en Bioética Farmacéutica”.

La Presentación estuvo a cargo de D. Luis González, Presidente del COF de Madrid, y José López Guzmán, Presidente de AEFAS. D. Luis González dio la bienvenida a ponentes y asistentes, destacó la importancia de la actualización de conocimientos para los farmacéuticos y manifestó su firme decisión de apoyar cualquier iniciativa en ese sentido. Por su parte, López Guzmán, señaló que desde AEFAS, y de acuerdo a sus estatutos, “estamos dispuestos a abrir nuevos espacios de diálogo sereno, estructurado alrededor del respeto debido a la persona, a toda persona, y a lo que es el auténtico fin de nuestra profesión.  Estamos plenamente convencidos de que el farmacéutico, con su trabajo, se realiza y se perfecciona. El farmacéutico, con su trabajo, ayuda a realizarse y perfeccionarse  a los demás”. Terminó indicando que “con estas premisas se ha estructurado la Jornada que hoy va a dar comienzo. Contamos con pocos medios, con escasa ayuda… pero tenemos lo principal…grandes amigos que están dispuestos a dar lo mejor de si mismos en pos del bien de la profesión y del bien común”. 

José López Guzmán y Luis González Diez

Angela Aparisi y Elena Postigo


Carmen González, Sagrario Crespo y José Ramón García Solans

La primera conferencia, titulada “transhumanismo: principios teóricos e implicaciones en el desarrollo de nuevos medicamentos”, estuvo a cargo de Dña. Elena Postigo, Doctora en Bioética y Profesora de la Universidad Francisco de Vitoria. La presentación fue realizada por Dña. Ángela Aparisi Miralles, catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra, quien destacó que “el posthumanismo es una corriente dualista, ya que la mejora que propone es sólo física y no moral. Deja fuera de su interés, por lo tanto, lo mas genuino y elevado del ser humano”. Dña. Elena Postigo afirmó que  «los principios teóricos, antropológicos y éticos que sustentan la teoría son muy discutibles. La teoría no argumenta con rigor todos sus elementos; trabaja más en sus consecuencias aplicadas que en cuestionarse la veracidad de su fundamento». Siguió señalando que «F. Fukuyama definió el Transhumanismo como la idea más peligrosa del mundo y J. Habermas critica la eugenesia liberal desde una perspectiva racional y filosófica (el fin de la naturaleza humana)». Por otra parte,  «la persona es reducida a sus cualidades materiales y funcionales, cambiantes. El ser sustituido por el hacer. Retorno a la idea del ‘superhombre’. Por su parte, la dignidad es reducida a cualidad de vida y autonomía”. Por ejemplo, «plantean la eugenesia: atentado grave contra la vida y el principio de igualdad. También identifican perfección física con felicidad». Todo ello lleva a realizar la pregunta de «¿por qué introducir cambios en la naturaleza humana? ¿Y si éstos influyen en el equilibrio del ecosistema?” Elena Postigo, terminó su intervención aportando que el «principio ético general, analizando caso por caso, sería el que considera lícita aquella intervención (creación de fármaco) que no supusiera riesgo para la integridad física y la salud de la persona, bajo el principio de precaución o prudencia, por el bien del hombre y de las futura generaciones y aplicada con justicia y equidad».

Jose Ramón García Soláns

Carmen García Vazquez

Maria Teresa Alfonso

En la Mesa redonda titulada “Bioética e Indicación farmacéutica” intervinieron Dña. María Teresa Alfonso, miembro del Comité Deontológico del COF de Madrid y Profesora de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcalá de Henares; D. José Ramón García Soláns, Farmacéutico comunitario y Vicepresidente de AEFAS; y Dña. Carmen González Vázquez, Farmacéutica comunitaria e investigadora del Área de Humanidades Farmacéuticas de la Universidad de Navarra. La Mesa estuvo moderada por Dña. Sagrario Crespo, farmacéutica comunitaria y Vocal de AEFAS, que destacó que «el punto de partida de toda reflexión bioética es la pregunta sobre el verdadero bien del hombre como persona para que exista dignidad humana. (…) La salud constituye uno de los parámetros de la calidad de vida. (…) El farmacéutico del siglo XXI debe contribuir a rehumanizar sus actividades dando prioridad a la persona, pues lo ético y lo legal no son términos intercambiables. Sin esto, es muy difícil dar razón a su existencia».

Gabriela Zazu y Eva Corujo

Eva Martin, Enrique Soler

Eva Martin, José Ignacio Centenera

 Enrique Soler, Eva Martín García, José Ignacio Centenera

La intervención de Dña. Tersa Alfonso llevaba el titulo de “Indicación farmacéutica: implicaciones éticas”. De su interesante conferencia se pueden destacar las siguientes afirmaciones: «El ámbito del significado del término “indicación farmacéutica” también incluye sus contrarios, que son los supuestos de “no indicación”, o negación de lo solicitado. La “no indicación” puede ser una conclusión y decisión que lleva al farmacéutico a negar lo que se le solicita por motivos y criterios científicos y/o éticos, es decir, profesionales. Estaríamos ante la objeción de ciencia y/o la objeción de conciencia”. “Las implicaciones éticas existen en múltiples situaciones con posibles conflictos, y no necesariamente sobre aspectos derivados de dilemas éticos, sino de comunicación y de participación en la atención de los pacientes, junto con otros profesionales. Las implicaciones de conflictos éticos en la indicación y/o dispensación farmacéutica van a depender, en cada caso, no solo de los aspectos farmacéuticos y de salud, sino también de los de la comunicación entre las personas implicadas, además del/de los farmacéuticos y del/de los médicos y enfermeras y de las circunstancias de cada caso”. “La diferencia fundamental entre la ética personal y la deontología profesional reside en que la ética es individual mientras que la deontología está codificada y es un conjunto mínimo pero obligatorio, establecido por representantes de cada profesión para todos los miembros de dicha profesión”. “La Comisión de Deontología no apoya siempre y en todo a los farmacéuticos si estos son denunciados. Si actuase así perjudicaría a la profesión y a su organización colegial. Sin embargo cuando el farmacéutico actúa por criterios éticos, y sin otro interés que el cumplimiento de los dictados de su conciencia y de su profesionalidad, este farmacéutico puede contar con el apoyo de la Comisión de Deontología de su Colegio”. Por último manifestó que “la Comisión de Deontología agradece que se le comuniquen los casos conflictivos que puedan afectar a un farmacéutico, y no solo cuando comienzan sino también cuando hayan acabado favorablemente para él. Porque el tener una base de datos con la experiencia acumulada de los problemas legales, éticos, y deontológicos de la profesión farmacéutica es un instrumento muy importante en beneficio de toda la profesión farmacéutica».

María Diaz laviada y Eva Corujo

Conchita Tros de Ilarduya

José Ramón García y Cuca Latorre

José López Guzmán y Alejandro Parejo (Presidente de la Federación Española de Estudiantes de Farmacia)

D. José Ramón García Soláns se ocupó de la conflictiva cuestión de la dispensación sin receta de medicamentos que la precisan. «Si se cumple la ley a rajatabla se cerrarían multitud de farmacias por las multas. Y los servicios de urgencia y centros de salud se verían colapsados por la demanda. Dispensamos cosas que sabemos que son con receta por el conocimiento de la ausencia de efectos secundarios”. Después de mostrar toda una serie de casos que ponen en evidencia deficiencias legales y éticas en la cuestión tratada, fue rotundo al afirmar que “el farmacéutico comunitario está capacitado para dispensar responsablemente y que está desaprovechado” (…) “No dispensamos más especialidades por la falta de formación específica en ellas.»

José Ignacio centenera y Carmen Montaner

Sonsoles Navarro-Rubio y Eva Martín

Marta Gonzalez y Gabriela Zazu

La tercera intervención en la Mesa sobre indicación fue la de Dña. Carmen González que realizó una reflexión ético-legal de la indicación y dispensación de medicamentos fuera de ficha técnica. Según González, «el uso especial de los medicamentos trata de resolver una necesidad asistencial. La dispensación de un uso off-label debe ir ligado al rigor científico y al consentimiento informado” Después de mostrar la casuística actual sobre la cuestión que trataba afirmó con rotundidad que “el uso de medicamentos fuera de ficha técnica debe ser excepcional «.

La siguiente conferencia estuvo a cargo de Dña. Eva Corujo Martín, farmacéutica y coordinadora de “Let Yourselves”. Fue presentada por Gabriela Zazu Lafuente, farmacéutica comunitaria y Vocal de AEFAS, y trató la cuestión del conocimiento natural de la fertilidad por parte del farmacéutico. Constató que «hoy en día se habla mucho de «sexo», de lo que hay que hacer para evitar un embarazo, o para buscarlo, pero poco se habla de fertilidad. Hay un desconocimiento real de cómo es la fertilidad, de cómo funciona el sistema reproductor de la mujer, desde la menarquia hasta la menopausia. Hay una sobre valoración de las técnicas no naturales, poco respetuosas para el cuerpo de la mujer y el embrión”. Siguió indicando que «como profesionales de la salud, tratamos con personas que tienen derecho a recibir una información fidedigna de las formas éticamente buenas de vivir su sexualidad». «Todas las mujeres deberían estar informadas no solo de la eficacia y efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales, sino sobre todo de los mecanismos de acción que en ocasiones afectan al desarrollo natural del embrión. Si lo supieran muchas dejarían de utilizarlos».

La última mesa redonda se ocupó de la profesión farmacéutica y la Bioética. Fue moderada por Dña. Eva Martín García, miembro de la Comisión Deontológica del COF de Madrid y Vicepresidenta de AEFAS. El primer ponente fue D. Enrique Soler Company, Coordinador del Grupo Ethos de Bioética y Ética Clínica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. El título de su intervención: «La función de los códigos éticos en el ejercicio profesional». Soler destacó que “el profesional sin Ética es como el sol de las regiones polares, alumbra pero no calienta. Para ser excelentes hay que arriesgar; hay que transformarse. Y para consolidar la excelencia, hay que creer en lo que hacemos y saber que ser bueno no es suficiente”. De ahí que “la ética de la profesión exige de los profesionales aspirar a la excelencia. Frente al ethos burocrático de quien se atiene al mínimo legal, al buen profesional se le pide el ethos profesional la excelencia”. Sobre los códigos, señaló que “un código de ética tiene como objetivo hacer el bien y evitar el mal. Debe ser claro, concreto y preciso. El código es una aspiración de un buen profesional, para valorar no sólo lo que está prohibido, sino una propuesta por actuar lo mejor posible, cumpliendo una ética de máximos”. Terminó manteniendo que en “el Código Español de Ética Farmacéutica se hacen públicos los principios y las responsabilidades del farmacéutico en relación con el paciente, con otros profesionales de la salud y con la sociedad».

D. José Ignacio Centenera, farmacéutico comunitario y Vicepresidente de AEFAS, abordó el tema de la relación de los Colegios profesionales con la Bioética. Según Centenera «el Colegio profesional debe referenciar y prestigiar la profesión, buscar su excelencia”. En cuanto a la adhesión a un código deontológico, “o, más aún, a la excelencia de un código bioético, supone un compromiso mayor del que exige la legislación. Sin embargo, el éxito de este modelo está supeditado a que los colegios profesionales cumplan su función social, tanto externa como interna, ejerciendo la vigilancia deontológica y bioética con rigor y credibilidad”. Continuó recordando que “el Colegio profesional debe ser el edificio que recuerde a los colegiados dónde está la verdad y será por tanto, el que mantenga ese orden para ayudar a los profesionales a encontrar de manera continua su verdadero fin, a resolver sus dilemas en el desarrollo de su trabajo y en resumen a conseguir que sean no solo buenos profesionales sino también profesionales buenos, profesionales de bien”. “Los Colegios profesionales deben formar a sus colegiados, generar en ellos la necesidad de que la Ética, la Deontología y la Bioética son ciencias y disciplinas primordiales en el desarrollo de los diferentes niveles de ejercicio profesional. Y que por lo tanto su conocimiento y aplicación mejoraran de forma completa cualquier actividad”. Por último, concluyó su intervención planteando la siguiente interrogante: ¿Cómo deben formar los Colegios profesionales? Su contestación fue clara e innovadora: “es evidente que habría que empezar por aprender de forma correcta la ciencia ética y sus disciplinas, todo ello gracias al mentoring “enséñales todo lo que sabes”. Pero después en su desarrollo y aplicación hemos de recurrir al coaching para sacar lo mejor de alguien, su potencial oculto».

Así concluyó una interesante, productiva y estimulante Jornada en la que estuvieron presentes el rigor, el respeto, y el profundo amor a la profesión farmacéutica.

 

2019-01-23T11:29:09+00:0014/02/2017|