¿Los personajes famosos pueden ser utilizados para difundir mensajes de salud pública. El diario El Mundo repasaba no hace mucho algunos casos de celebridades que se habían involucrado en la lucha contra alguna enfermedad. Un ejemplo es Kylie Minogue, que tuvo cáncer de mama y que participó en una campaña para la detección de esta enfermedad. Su intervención fue un éxito y un elevado número de mujeres acudió para hacerse las pruebas. Debido a esta elevada respuesta se le denominó el «efecto Kylie».
Hace poco se publicó un artículo en Gaceta Sanitaria precisamente hablando sobre este tema y señalando que los famosos pueden tener un impacto en salud pública similar al de una campaña de promoción de la salud internacional.
El periódico El Mundo reproducía, sin embargo, un debate generado en la revista médica British Medical Journal, al publicarse dos artículos sobre esta cuestión, uno a favor y otro en contra. El artículo a favor se apoyaba fundamentalmente en el nivel de publicidad que una celebridad puede dar a cualquier tema. Esto permite llegar más fácilmente a la gente y promocionar hábitos de vida saludables. Por ejemplo, famosos que se oponen al tabaco, que recomiendan una dieta sana, etc.
Sin embargo, incluso en el artículo a favor, se señalaba que a veces el mensaje del famoso puede tener efectos indeseados y citaba el caso de Kylie: su participación provocó una avalancha de mujeres jóvenes solicitando someterse a una mamografía. Esto podría ser perjudicial para muchas de ellas ya que por su edad habría muchos falsos positivos y, por tanto, podrían ser tratadas a pesar de estar sanas.
También en la revista británica se publicaba un artículo en contra en el que se indicaba que la eficacia de estas campañas es siempre a corto plazo. También criticaba la excesiva influencia que tienen algunos famosos, convirtiéndose en modelos de vida casi absolutos. Esto impide que las personas hagan suyo el cambio. Se convierten sin más en imitadores externos de unos iconos que en muchas ocasiones no están exentos de intereses comerciales.
En definitiva, lo que hacen o dicen los famosos suele tener un gran impacto social. Puede ser eficaz convertirles en altavoces que difundan mensajes saludables. Eso sí, habrá que hacerlo con la precaución suficiente para que estos mensajes no se malinterpreten y sabiendo que los efectos serán a corto plazo.