Acabo de recibir por whatsapp un mensaje para unirme a una petición en Change.org para «evitar que Amazon venda medicamentos con receta». Por educación y respeto a quien me lo enviaba he entrado a leer al menos lo que se pide. Vaguedades bienintencionadas que recuerdan a aquellas cadenas de «reenvía este correo y microsoft donará cinco céntimos…» «Soy la viuda de un príncipe nigeriano…»
Personalmente me parece increíble que haya gente que siga haciendo caso a ese tipo de cadenas. Bienintencionados.
Entrando al fondo de la cuestión: según la legislación vigente en cada país, Amazon venderá o no fármacos por la red. En España no puede; sólo farmacias oficialmente establecidas pueden vender fármacos online. Y, por ahora, sólo fármacos que no precisan receta.
Lo que está ocurriendo es que colegas (que no compañeros) nuestros están vendiendo a través de Amazon. Por ahora sólo venden parafarmacia, pero en cualquier momento pueden hacer uso de su operador logístico (Amazon) para vender también fármacos, cosa que ya ocurre en Alemania y se está negociando en Italia.
¿Otro clavo en la tapa del ataúd? Otro recordatorio más de que el farmacéutico debe ser el interfaz necesario entre el paciente y el medicamento, el que traduzca del «médico» al castellano las instrucciones de uso, quien siga al paciente para prevenir y resolver problemas relacionados con la medicación, quien le asesore para lograr resultados óptimos de su farmacoterapia, pues, en un mundo en que el tratamiento con Simvastatina para un mes vale menos que un solo yogur con fitosteroles, ¿quien quiere vivir de expender Simvastatina?
José Ramón García Soláns
Farmacéutico comunitario. Vicepresidente de AEFAS.