“Los nuevos servicios del farmacéutico, un cambio en la profesión”

– REINVENTANDO LA PROFESIÓN FARMACÉUTICA

El tiempo pasa y con él aparecen nuevas necesidades y problemas a los que hacer frente. La sociedad evoluciona, así como la ciencia y los avances tecnológicos. Por esto mismo, el farmacéutico como experto del medicamento no puede quedarse esperando ante dicho cambio. La profesión ha de reinventarse, mirar al futuro y adaptarse a las necesidades de quienes son y deberían de ser siempre el centro de nuestra atención sanitaria: los pacientes.

Para conseguir estos objetivos, lo primero es plantearse nuevos retos y estrategias que nos ayuden a avanzar en este nuevo horizonte que se nos presenta. Debemos valorar la situación de nuestro país, el cual, en unos años, presentará un importante envejecimiento de la población. Además, muchas de las patologías cronificarán y necesitarán ser tratadas por un tiempo prolongado. Habrá un mayor desarrollo de los nuevos tratamientos de origen biotecnológico y biosimilares, lo cual favorece la accesibilidad a los mismos por parte de la población. Estos, por su gran complejidad, requerirán que el farmacéutico adquiera una formación adecuada.

En un futuro no muy lejano, el farmacéutico deberá luchar por evitar la despersonalización de la profesión. Para ello, debemos demostrar que nuestros conocimientos y aptitudes son necesarias para que los pacientes puedan obtener los máximos beneficios de su tratamiento. Actuar ante las nuevas necesidades sanitarias, hacer una atención personalizada y centrada en el paciente, conseguir una buena coordinación entre los profesionales sanitarios, adaptarse a la nueva era digital o potenciar la formación continuada, son algunas de las acciones que pueden dar un valor añadido a nuestra profesión.

Ante el envejecimiento de la población, el farmacéutico ha de tener en cuenta que la mayoría de los pacientes estarán polimedicados. Las farmacias necesitarán adaptarse de tal forma que consigan ser del todo accesibles a la tercera edad y otros pacientes con distintos grados de dependencia. Un ejemplo de ello sería la formación en lengua de signos para un mayor entendimiento con personas sordas o la atención farmacéutica domiciliaria.

La coordinación e integración con el resto del personal sanitario es una estrategia crucial para que los pacientes puedan obtener el máximo beneficio en su salud y mejoren así su calidad de vida. El farmacéutico es imprescindible en este proceso, ya que es el último profesional sanitario que interactúa con el paciente antes de que este haga uso de un servicio o tratamiento. Por ello, la dispensación ha de perfeccionarse sobre todo con la mejora de la comunicación, dando consejo farmacéutico de forma adecuada, de tal forma que sea claro y comprensible por el paciente.

        La era digital nos ha invadido por completo. La red no tiene barreras (tanto para lo bueno, como para lo malo). Por ello, esta herramienta puede darnos la oportunidad de llegar más allá y a su vez, de poder acabar con todo el mal uso que otras personas están haciendo de internet para expandir un conocimiento que podría considerarse de todo menos científico. Así mismo, debería de realizarse un control sobre la incitación a la compra de medicamentos (con receta o sin receta) que ciertas personas de alguna forma influyentes en la sociedad están generando.

Existen nuevos mercados a través de la web, que se están convirtiendo en auténticos competidores de las oficinas de farmacia. Gran cantidad de productos dermocosméticos y sanitarios se están adquiriendo a través de estos vendedores a precios mucho más bajos. Contra eso no se puede competir, pero sí se puede hacer ver al usuario que el adquirirlo en oficinas de farmacia asegura una calidad implícita y también un valor añadido que el farmacéutico aporta en la dispensación.

El uso de estas nuevas herramientas (redes sociales, blogs, foros) de forma adecuada, pueden ayudar a mejorar el entendimiento de los pacientes y acabar con todos los bulos que recorren la red. Promover el autocuidado según las necesidades de los usuarios para mejorar así la autonomía y hacer educación sanitaria, también pueden ser uno de los objetivos. La creación de aplicaciones móviles (“Apps”) puede resultar útil en la búsqueda de información fiable, recordatorios para mantener la adherencia al tratamiento o para el registro de parámetros médicos (tensión arterial, glucemia, colesterol…). Además, también podrían estar adaptadas a personas ciegas con explicaciones o alertas por mensajes de voz.

Otra estrategia de cambio podría llevarse a cabo desde la facultad. En los programas de estudio se podrían incluir asignaturas para mejorar los conocimientos en prevención y promoción de la salud, manejo de nuevas tecnologías, técnicas de comunicación con los pacientes, profundizar en cómo hacer un seguimiento farmacoterapéutico, nuevos tratamientos, etc. En definitiva, preparar a los que serán futuros farmacéuticos no únicamente en el ejercicio de la profesión, sino también en cuanto al contexto tecnológico, científico, sanitario y social del momento.

Futuro significa innovación, lo cual genera un cambio que implica salir de la zona de confort. A esto no está dispuesto cualquiera, pero es la forma que tenemos de evolucionar. Esto no significa que dejemos atrás lo tradicional, sino que seamos capaces de crecer, madurar y aprender de lo bueno y lo malo para finalmente arriesgarnos y emprender dicho cambio que tanta falta hace.

Es hora de reinventar, de tomar decisiones, perfeccionar, caminar juntos hacia otra concepción de la que es nuestra profesión. Necesitamos de esa actualización y recertificación para poder mantenernos firmes ante los nuevos acontecimientos. Entender que la salud nos conecta y valorar lo importante que es la participación de todos (profesionales sanitarios y pacientes) para que esto sea posible.

            Mireya Moreno Ruiz (Alumna de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo. Madrid)

(Este trabajo ha sido galardonado con el Primer premio en el VII Concurso de ensayo para alumnos de Farmacia organizado por AEFAS en colaboración con la FEEF)

2020-02-26T10:26:02+00:0025/02/2020|