Vía: Salud pública, ética y sociedad
Con demasiada frecuencia Cáritas nos pone delante las consecuencias más duras de la crisis. Recientemente su delegación en Andalucía se centró en el problema de los sin techo. En esta campaña se aportó varios datos que ponen sobre la mesa los problemas de salud de los sin techo. Un dato que muestra la diferencia con el resto: la esperanza de vida de los sin techo en Andalucía es 25 años inferior a la media de la población. Esta diferencia es mayor que la distancia que separa en esperanza de vida a España con países africanos como Gambia o el Congo, según datos de la OMS.
Esta noticia me hizo recordar un editorial de la revista PLOS Medicine que tiene el título de mi entrada. Este editorial subraya que la diferencia socio-económica es un determinante de la salud de creciente importancia.
La distancia entre ricos y pobres se agudiza con la crisis. Esto se traduce en mayores diferencias en salud. Hasta no hace mucho, si oíamos hablar de este tema, nos imaginábamos a niños en África. Ahora no hace falta irse tan lejos. Puede estar en la misma acera por la que pasas…