Estrategias de la industria del alcohol

Vía: Salud pública, ética y sociedad

Miguel Ruiz-Canela

El consumo de alcohol, cuando se hace de forma problemática, es uno de los principales problemas para la salud a nivel mundial.  Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el consumo nocivo de alcohol se traduce en unas 2,5 millones de muertes al año.

Al tratarse de un problema muy bien identificado, uno de los objetivos es reducir tanto el número de personas que lo consumen como la cantidad consumida. Para ello existen diversas herramientas que son puestas en marcha por los diferentes gobiernos.

Un modo de controlar su consumo es estableciendo un precio mínimo de las bebidas alcohólicas. Esta herramienta se puede englobar entre las medidas «duras» o impositivas que obligan a un determinado comportamiento para conseguir un beneficio en la salud de la población.   

Lógicamente este tipo de medidas no son bien acogidas por las empresas que se dedican al sector del alcohol. La foto de la entrada estaba en un artículo que contaba la polémica desatada en Australia a raíz de una medida poco popular sobre el alcohol. Algunas de los eslóganes propuestos por empresas que se benefician del alcoholo lo dicen todo: 

«las manos fuera de mi vida social», «no me trates como a un niño» o «no decidas por mi cuándo tengo que volver a casa»

En general la industria prefiere centrarse en la libertad y responsabilidad individual que todos tenemos para hacer un uso responsable del alcohol. En contra de las medicas «impositivas» las medidas que apoyan son aquellas que no interfieren en su actividad  empresarial como puede ser la educación. 

¿Influir en las políticas sobre el alcohol? 

Un interesante artículo publicado en una revista médica ha demostrado que las empresas del alcohol siguen una estrategia clara para influir sí en las políticas que trata de combatir un consumo nocivo del alcohol.  

Los autores del artículo, investigadores de Salud Pública en la Universidad de Londres, estudiaron la respuesta de la industria del alcohol ante una medida dirigida a establecer un precio mínimo de las bebidas alcohólicas.  

Los autores encontraron que la documentación aportada por la industria seguía de forma resumida la siguiente estrategia:

  1. Criticar ferozmente las medidas que iban en contra de sus propios intereses.
  2. Aportar datos de baja validez científica que apoyasen sus intereses.  
  3. Promover alternativas sin tener pruebas de que funcionen.
  4. Denunciar las consecuencias negativas de las políticas sin aportar pruebas.

El asunto es más complejo pero como idea simplificada se puede ver cómo el énfasis en la libertad individual puede ser un método de distracción. Los intereses comerciales de las empresas del sector son evidentes. Los gobiernos deben escucharlos pero manteniendo su independencia y basando sus políticas en un interés superior que es la salud de la población.

2019-01-29T07:59:23+00:0005/07/2013|