Cáncer en países pobres, ¿una enfermedad olvidada?

Vía: Salud pública, ética y sociedad

Miguel Ruiz-Canela

Hace unos meses una periodista, Joanne Silberner, publicó una serie de artículos sobre el cáncer en países en vías de desarrollo. La idea principal es que el cáncer ha dejado de ser una enfermedad exclusiva de países ricos y, por tanto, es necesario prestar una mayor atención al impacto creciente que va a tener en los países en vías de desarrollo.

La mortalidad por cáncer en los países con menos recursos es aún baja en términos relativos. Por ejemplo, en el África central subsahariana representa tan sólo un 3,3% en 2010. Esto se encuentra lejos del 23% atribuible a las muertes por diarreas y otras enfermedades infecciosas.

Sin embargo, la tendencia global es que se está produciendo un descenso de las muertes por enfermedades infecciosas y un aumento de las no comunicables donde destacan las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Entre 1990 y 2010 la mortalidad por diarreas y otras enfermedades infecciosas ha disminuido un 32% según una reciente publicación de Lancet. El cáncer ha aumentado en un 38% en ese mismo periodo.  

Las enfermedades infecciosas afectan en gran medida a los niños. Si se reducen vamos a conseguir que la gente en estos países viva más. El lado negativo es que habrá una mayor probabilidad de morir por otras causas entre las que destaca el cáncer.

¿Y qué importancia tiene todo esto?

Esto es muy importante porque estos países no están preparados para combatir esta enfermedad ya que requiere habitualmente disponer de medios sofisticados para su diagnóstico y tratamiento.

Un ejemplo. En Uganda, país con 33 millones de habitantes, hay un sólo centro especializado en cáncer y sus estadísticas son escalofriantes: cada año trata a unos 22.000 pacientes nuevos, de los cuáles 20.000 mueren al año.

Según una doctora de ese país, la mitad de las mujeres con cáncer de mama mueren en Uganda. En muchos casos porque acuden tarde al médico, cuando ya no hay nada que hacer debido al estado avanzado del cáncer. A veces este retraso es motivado por el miedo a ser rechazadas por su marido si son sometidas a una mastectomía.

Hay muchas iniciativas para demostrar que una intervención temprana no es tan cara y que es posible instaurar tratamientos. Está claro que ningún esfuerzo va a ser suficiente para combatir una enfermedad que para muchos será una condena de muerte, porque los medios para prevenirla o tratarla están a muchos kilómetros de distancia.

Foto vía: Dietmar Temps vía photopin cc

2019-01-29T07:59:23+00:0025/06/2013|